Sobre este módulo

Este esfuerzo académico surge en el marco del trabajo final de graduación de Graduación, para optar por el grado de Master en “Perspectiva de Género los Derechos Humanos” en la Universidad Nacional, Costa Rica. “A pelo” es una expresión utilizada por muchos hombres para referirse a sexo sin protección, siendo esta práctica vista como erótica y deseada a partir del peligro que representa en diferentes contextos, como puede ser el sexo casual con desconocidos (Marín, 2015). Reflexionar sobre la masculinidad “a pelo” es una provocación para descubrir qué hay detrás de esta construcción patriarcal y cómo influye en la forma en que muchos hombres viven su sexualidad.


El morbo desde la lógica del presente módulo se refiere aquellas prácticas que en su mayoría guardan algún tabú y en su mayoría conllevan algún nivel de riesgo. Por ello resultan excitantes. Desenmascarar los elementos culturales que influyen en la forma en que los hombres se relacionan con sus cuerpos, y los de otras personas en la vivencia de la sexualidad, es en la línea que se busca aportar desde este material educativo.


En esta línea el presente módulo persigue promover una cultura de derechos humanos que incida significativamente en la vivencia de estas normas éticas que se configuran desde el derecho. Traduciéndolas en dinámicas que proporcionen herramientas críticas para el cuestionamiento de la masculinidad tradicional como una estrategia clave en la prevención combinada del VIH en la población de hombres que tienen sexo con hombres de 18 a 40 años, que viven en la Gran Área Metropolitana (GAM).


Se propone un recorrido de ocho sesiones con una duración de dos horas cada una, que invita a una reflexión profunda, humana y auténtica con el único de interés en seguir contribuyendo a la despatriarcalización de la sociedad. En específico con un sector de la población que históricamente ha sido discriminado, como lo son aquellos hombres que tienen prácticas sexuales con otros hombres.

Advertencia


Al leer las temáticas de la presente producción didáctica no se debe caer en la perspectiva simplista que deviene en la dicotomía bueno/malo, ni mucho menos medirla desde términos morales ya que responde a realidades disidentes que desde distintos contextos cuestionan, interpelan y ponen a debate la postura hegemónica de la sexualidad. Desde esta lógica tampoco es un módulo abolicionista de prácticas como el cruising y otras que acá se da cuenta, sino tiene una intencionalidad reivindicativa porque busca integrar elementos para un ejercicio más consiente de la sexualidad dentro de estas vivencias y la influencia que tiene el aprendizaje patriarcal de las masculinidades.


Como última recomendación, este es un material creado por y para hombres que tienen prácticas sexuales con hombres. Se invita a que la parte facilitadora también pertenezca a este sector de la población. Cuando la vivencia pasa por el cuerpo, la forma en que se acompaña, se sostiene y se construye no parte netamente de procesos teóricos y técnicos, sino que recaen en el deseo profundo de promover reflexiones auténticas acordes a las realidades, siempre promoviendo el derecho de cada persona elegir sobre su cuerpo y su sexualidad. No se busca adoctrinar desde las perspectivas hegemónicas de la salud si no establecer esa reflexión profunda de cómo los hombres han aprendido a relacionarse con el riesgo enmascarado en el “morbo”.



¡En la disidencia está la resistencia!