SESIÓN 4

Sentir, pensar, actuar

¿Las emociones y los sentimientos son lo mismo?

Es común pensar que las emociones y los sentimientos son lo mismo, sin embargo, hay una importante diferencia entre ambas. En su investigación Güel (2013) define claramente que la emoción es la respuesta sensorial generada por el cuerpo ante un estímulo determinado, mientras que el sentimiento es una respuesta más elaborada donde participa el razonamiento. La emoción de la respuesta inmediata del cuerpo como por ejemplo (el miedo y el enojo) y el sentimiento es esa emoción tramitada mediante un proceso racional.

¿Cuántas emociones existen?

Miedo

El miedo en una persona se manifiesta en su cara: por sus ojos fijos y escrutadores en la causa que desencadena el miedo; los músculos tensos y preparados para una respuesta de huida o ataque; la boca entreabierta mostrando los dientes, respiración frecuente e intensa, sudoración, manos temblorosas y pelos erizados, entre otros signos. (p. 74).

Alegría

La alegría manifiesta diversión, euforia, sensación de bienestar y de seguridad. Se aprecia por distintos signos: una cara relajada, boca sonriente con la comisura de los labios elevada, mirada dulce, faz amistosa, brazos abiertos y caídos a lo largo del cuerpo, manos entreabiertas, gesticulación reposada. (p.74).

Tristeza

La tristeza muestra pena, soledad, pesimismo. Se adivina por una mirada perdida, con tendencia a fijarse en el suelo, la boca con rictus invertido o hacia el suelo, la cabeza inclinada y sometida, el cuerpo flácido y sin tono, el habla escasa y lenta, el tono apagado. (p.74).

Sorpresa

“La sorpresa nos indica asombro, desconcierto. Muestra diferentes signos: los ojos más abiertos de lo habitual y fijos en el objeto causante de la emoción, las cejas arqueadas, la frente fruncida, la boca entreabierta, la actitud observadora o expectante, etc.” (p.75).

Ira

“La ira manifiesta rabia, enfado, resentimiento o furia. Nos induce a la destrucción del objeto causante, para lo que nos da una fuerza momentánea desmedida. La persona nos muestra una actitud belicosa, unos ojos muy abiertos y fuera de sí, entrecejo fruncido, cara contracturada mostrando los dientes en actitud de lucha, mandíbulas apretadas, cuerpo tenso y amenazante, brazos levantados y con movimientos rápidos y en todas direcciones, dedos separados mostrando las uñas, etc.” (p. 75).

Asco

“El asco manifiesta disgusto y rechazo. Se. aprecia por la tendencia de la cara a alejarse del objeto o la persona causante de la emoción hacia atrás o a los lados, la nariz elevada y en busca de determinados olores desagradables, mueca de desagrado, boca entreabierta mostrando los dientes, las manos en actitud de separación o rechazo, con las palmas hacia el objeto o la persona.” (p.75).

La inteligencia emocional

Desde hace algunas décadas el psicólogo Gardner (2011) evidenció que no existe una sola inteligencia ya que de esta devienen diferentes dimensiones, siendo necesario utilizar esta palabra en plural, inteligencias. Dentro de la lista que propone este autor destaca la inteligencia emocional la cual fue ampliada por Mayer y Salovey (1997) y popularizada por Goleman (1996). Actualmente es común escuchar este concepto que desde la visión de Güell (2011) es:


La inteligencia emocional consiste en procesar de manera racional las respuestas emocionales, en crear un diálogo entre la inteligencia y la emoción. Este diálogo entre razón y emoción no implica actuar lógica y fríamente, ni tampoco hacerlo de manera visceral y apasionada. La inteligencia emocional dará una respuesta emocional adecuada según el contexto, después de un análisis racional. Una persona inteligente emocionalmente tendrá la capacidad de adecuar y regular su respuesta, teniendo en cuenta su propio bien y el bien de los otros. o sea, utilizando la racionalidad. ( p.11).

Para desarrollar la inteligencia emocional conocer cuáles son sus principios.

Principios de la inteligencia emocional desde la perspectiva de género

Para ampliar la definición de inteligencia emocional es necesario poder reconocer cuáles son aquellas habilidades o capacidades que se requieren focalizar para desarrollar o potencializar la inteligencia emocional. En la tabla 7 se muestran las cinco habilidades centrales recopiladas de los trabajos de Mayer, y Salovey (1997), García y Giménez (2010) y Gómez, Galiana, López y León (2011).

Autoconocimiento

es la capacidad de conocerse a sí mismo, un reconocimiento de las fortalezas y las debilidades, los valores, las creencias, las emociones, la filosofía de vida y los límites. El autoconocimiento posibilita reconocer la influencia de la masculinidad en la historia de vida personal, además de poder identificar aquellos mandatos sociales, buscando mediante un ejercicio consciente elegir cuales sostener y cuáles deshacerse.

Autocontrol

es la capacidad de gestionar lo que siento de manera que no atente contra la propia integridad y la de otras personas. Estabilidad sólo se desarrolla enfrentándose a las emociones propias desarrollando recursos que permitan gestionarlas.

Automotivación

Capacidad de cada persona para realizar las cosas por sí misma, alentándose a sí misma sin necesidad de que otras personas deban impulsarle. Si bien en algunos momentos de la vida es importante la motivación que proviene de otras personas, es necesario que esta también surja desde cada persona. Poder plantearse un proyecto de vida favorece la automotivación tener objetivos claros y metas establecidas.

Empatía

es la habilidad para colocarse en la piel de la otra persona y poder desarrollar una noción de cómo se siente a partir de una determinada experiencia, esto ayudará a decidir mejor cómo actuar de manera beneficiosa. “En este sentido, dicha capacidad es importante porque puede hacer que el individuo se dé cuenta de lo que desea y expresa; no con palabras, otro individuo” (García y Giménez, 2010, p. 51). El aprendizaje sociocultural de la masculinidad tradicional no potencializa el desarrollo de estabilidad por lo cual es importante colocar la atención para poder desarrollar o bien potenciar en caso de ser necesario.

Habilidades sociales

es la capacidad para relacionarse eficazmente con otras personas, dentro de ellas se puede destacar la asertividad, la pro actividad y la creatividad.

Habilidades que desarrollar para una óptima inteligencia emocional

Habilidades emocionales

  • Reconocer los propios sentimientos: identificarlos, etiquetarlos y expresarlos, ampliando el lenguaje emocional.

  • Gestionar los sentimientos, evaluando su intensidad y la manera que se manifiestan en el cuerpo.

  • Buscar recursos emocionales que le ayuden a regular los sentires

  • Hacer un balance entre las emociones y los pensamientos para decidir qué hacer con lo que se siente.

Habilidades cognitivas

  • Empatizar los sentimientos de las demás personas respetando las diferencias individuales.

  • Asumir total responsabilidad de mis pensamientos, sentimientos y comportamientos.

  • Considerar las consecuencias de las distintas alternativas posibles ante una decisión a tomar.

  • Dividir en fases el proceso de toma de decisiones y de resolución de problemas.

  • Reconocer las propias debilidades y fortalezas.

  • Mantener una actitud positiva ante la vida fortaleciendo una auto percepción sobre sí mismo más humana y sensible.

  • Desarrollar esperanzas realistas de uno mismo.

  • Aprender sobre resolución de conflictos para vivir con mayor bienestar.

Habilidades conductuales

  • Evaluar si existen las influencias negativas, principalmente aquellos hombres que siguen perpetuando el machismo, para elegir conscientemente como manejar esos vínculos.

  • Escuchar empáticamente a las demás personas.

  • Buscar otros hombres interesados en cuestionar su aprendizaje patriarcal de la masculinidad.

  • Responder eficazmente a la crítica.

  • Leer el lenguaje no verbal (gestos, tono de voz, expresión facial) de las otras personas como un indicador para tomar decisiones cuando así lo amerite.

¿Cómo gestionar el enojo?

1

Reconociendo las señales de mi cuerpo. Cuando nos enojamos, nuestro cuerpo nos da señales (sube la temperatura, se acelera el corazón y la respiración, etc). Debo identificar cuáles son las señales de mi cuerpo cuando me avisa que estoy frustrado, enojado, en ira o cuando estoy a punto de explotar y ser violento. Así puedo conocerme para empezar a manejar mi enojo y saber cuándo detenerme.

2

Cuando reconozco el inicio del enojo, respiraré hondo y despacio. Imagine una señal de ALTO para detenerme y no permitir que el enojo aumente.

3

Tiempo fuera: cuando el cuerpo me avisa que estoy enojándome, es el momento para retirarme y hacer algo para que el enojo no aumente.

Entonces puedo respirar despacio hasta tranquilizarme, ojalá en un lugar que me haga sentir bien (cuarto, jardín, parque, etc).


Tengo que conocer que actividades me relajan. Muchos escuchan música, otros dibujan, o hacen deporte. Encuentra las actividades que te gustan y ayúdate a controlarte.

4

Si continúo enojado, es mejor evitar cosas que me molesten más. Luego que logro relajarme, puedo llegar con la persona que estaba molesto e intentar hablar. Es el momento justo para decir lo que sentiste y poder decirles que te gustaría solucionar adecuadamente esas situaciones que te hacen enojar.

5

Habla de lo que te hace enojar expresando lo que sientes (frustración, miedo, tristeza, rechazo, discriminación, ignorancia, etc.) y sugiriendo algo que podrías hacer para que no te enojes tanto con ellos.



Estilos de comunicación




Es importante reconocer que existen diferentes estilos de comunicación, sin embargo, no todos contribuyen al estado general de bienestar personal. La construcción de la masculinidad tradicional particularmente promueve el estilo agresivo de comunicación, lo que a su vez fomenta la violencia como un recurso para resolver determinadas situaciones de la vida cotidiana. A continuación, en la tabla 11, se hace una breve descripción de estos estilos de comunicación.

Pasivo

“El objetivo principal en la relación es evitar el conflicto con los demás en todas las situaciones y a cualquier precio, generalmente, renunciando a nuestros derechos. la consecuencia de tal comportamiento es la incapacidad para expresar nuestras opiniones o sentimientos porque no son valiosos. Ante la menor amenaza de conflicto acepta la posición del otro. En situaciones extremas huye, pero con sentimientos de culpa” (p. 33).

Agresivo

“El objetivo principal en la relación es ganar a cualquier precio, aunque sea saltando por encima de los derechos de los demás. la consecuencia es la incapacidad para escuchar y/o negociar. Basa todo el resultado de la comunicación en expresar su punto de vista acompañado de amenazas implícitas o explícitas. En personas que consideran que no pueden responder a la amenaza producen miedo y en los que sí pueden responder pueden provocar deseo de lucha. En todos ellos genera sentimientos de ira y posibles deseos de revancha” (p. 34).

Asertivo

“El objetivo principal en la relación es negociar con el otro de una forma abierta y llegar a acuerdos cuando sea posible. la consecuencia de su conducta es que dice con sinceridad lo que piensa y lo que siente y espera de los demás que hagan lo mismo. Respeta al interlocutor, no busca culpable sino soluciones satisfactorias para todos. la reacción que produce en los demás es respeto. Son personas satisfechas consigo mismas, que respetan a los demás y así mismos” (p. 35).

¿Beneficios de la comunicación asertiva?

  • Contribuye a relaciones sociales más placenteras y saludables

  • Posibilita una comunicación más clara sin malinterpretaciones.

  • Se evitan conflictos innecesarios que se generan por la comunicación violenta.

  • Contribuye a la mejora de la autoestima y las relaciones con la(s), pareja(s), familia, amistades, entre otras.

  • Ayuda a alcanzar metas personales y profesionales.

  • Favorece a que otras personas confíen ya que la comunicación es sincera y transparente.

Elementos importantes para lograr tener una escucha activa

1

Enfócate y concéntrate: Recuerda que estás interactuando con alguien, presta atención a las ideas que te están diciendo; la concentración es muy importante al momento de escuchar.

2

Contacto visual: Siempre establece contacto visual, esta es una muestra de respeto y atención, además te ayudará a concentrarte en lo que está diciendo la otra persona.

3

No interrumpas: En la medida de lo posible no interrumpas, permite que quien te habla exprese su idea, sus opiniones y concepciones. Si se tiene un tiempo limitado que ha sido sobrepasado o si algún participante está irrespetando o utilizando lenguaje agresivo podrá interrumpir, realizando una intervención, siempre respetuosa y repasando las reglas acordadas.

4

No domines la conversación: Permite que la comunicación se dé en doble vía. No acapares la palabra o utilices tu posición de líder para ser el único que habla, permite que los demás aporten sus puntos de vista dando valor a estas intervenciones.