SESIÓN 3
Privilegios y costos
¿Qué es el privilegio masculino?
Retomando el trabajo de McIntosh (1988), Johnson (2001) y Wigdor (2016) el cumplir con los mandatos patriarcales se traduce en ventajas para los hombres. Estos les brindan beneficios sobre las mujeres y otras identidades subordinadas en la cotidianidad definidos como privilegios.
Al respecto McIntosh (1988) y Sanfélix Albelda y Téllez Infantes (2021) clasifican los privilegios en dos tipos:
• El primero es el dominio conferido y responde a la legitimación de dinámicas, actitudes y comportamientos que tienen los hombres y que refuerzan la subordinación de las mujeres, la niñez y hombres se alejan en alguna medida de la masculinidad hegemónica. Un ejemplo de este tipo de privilegio es un hombre que al enojarse gestiona su emoción mediante el ejercicio de la violencia y desde el entorno no se cuestiona este comportamiento.
• El segundo tipo hace referencia a las ventajas sin méritos, se manifiestan cuando a un hombre recibe alguna ventaja social por el mero hecho de ser hombre. Por ejemplo, en un proceso de selección de personal el hombre se queda con el puesto y no se lo brindan a una mujer (con atestados similares), argumentando la posibilidad de altos costos si ésta decide embarazarse o los permisos laborales para el ejercicio de la maternidad.
Libertad sexual
La posibilidad que tienen los hombres de habitar el espacio público sin miedo a sufrir diversas formas de violencia sexual, la tranquilidad que experimentan al momento de elegir con qué ropa andar, el poder viajar solos por el mundo, entre otros.
Libertad de movimiento
Las posibilidades que tienen los hombres para vivir su sexualidad de forma abierta e incluso es socialmente aceptado que tengan diferentes parejas sexuales, mientras que para las mujeres hay una estricta política que cohesiona esta dimensión de la vida humana.
Libertad de decisión
Dado el aprendizaje sociocultural del género los hombres son quienes mayormente ejercen los liderazgos. Las decisiones más importantes del mundo están en manos de los hombres, lo que deviene una ventaja significativa en cuanto al ejercicio del poder en relación con las mujeres y otras masculinidades subordinadas.
Algunos ejemplos
A partir de las libertades anteriormente mencionadas se derivan un sin número de privilegios que benefician a los hombres. A continuación, se muestra una lista de privilegios:
Libertad sexual
Caminar sin miedo por el espacio público.
No estar pensando constantemente que me voy a poner según el lugar donde voy a ir, por las posibles situaciones de violencia que pueda enfrentar.
No incurrir en gastos económicos innecesarios como taxis o servicios de transporte privado, con el fin de preservar mi seguridad a la hora de trasladarme por el espacio público.
En espacios donde nos sentimos mucho más seguros que las mujeres (Ej: transporte público, bares, parques, casa de amistades, nuestras propias casas)
Mayor calidad de vida al no preocuparse por la forma de vestir y comportarse en el espacio público.
Libertad de movimiento
Si tengo una vida sexual muy activa no soy mal visto, todo lo contrario.
Si sufro una situación de violencia no va a ser cuestionada por mi forma de vestir y comportarme.
Decidir libremente sobre mi cuerpos.
Estamos mucho menos propensos a sufrir un ataque sexual.
Históricamente se han normalizado que tenga comportamientos sexuales que puedan resultar violentos para otras personas.
Libertad de decisión
Mi capacidad de liderazgo no estará ligada socialmente a mi género.
Tengo una mayor posibilidad de acceder a un empleo mejor pagado, en comparación con las mujeres con una preparación similar a la mía. Ni mi puesto o nombramiento ha sido producto de una ley para cumplir cuotas de género.
Encuentro una amplia representación de mi género en diferentes medios de comunicación y espacios sociales.
No seré enjuiciado socialmente por no comprometerme con labores domésticas y verlo como una corresponsabilidad dentro del hogar.
Generalmente nos cuidan mucho más de lo que solemos cuidar a otras personas.
Los costos de la masculinidad tradicional
Comportamientos de riesgo
Como se abordó anteriormente el riesgo es una forma en que los hombres aprenden a reafirmar la masculinidad. Bazaldúa (2010), Álvarez (2019) y Díaz, Narváez, Solón y Ballester (2019), desde sus investigaciones reflejan como el riesgo se convierte en una vía segura que los hombres utilizan para reafirmar su masculinidad. A mayor riesgo mayor demostración de virilidad, la capacidad para arriesgarse de los hombres que están más influenciados por los mandatos de la masculinidad tradicional, actúa en detrimento de su integridad y la de otras personas.
Implicaciones en salud
La salud vista desde una dimensión biológica, psicológica y social se ve afectada por este aprendizaje sociocultural de la masculinidad hegemónica que justifica y genera la desatención de la salud como un símbolo de masculinidad. Fabbri (2019) enfatiza en la afectación de la salud que repercute negativamente en la vida de los hombres, la falta de autocuidado ya que tienden a no ir al doctor y a no tomarse las pastillas lo que se traduce en malestares.
Manifestaciones de violencia
Como se evidencia en el mandato de la violencia, esta se convierte en un recurso empleado por los hombres, enmarcados en los mandatos de la masculinidad, para imponer su voluntad por encima de aquellas personas que según la jerarquía patriarcal ocupen un lugar de subordinación. Desde el criterio de Córdoba (2019) y Messerschmidt, Barbero y Morcillo (2021), dicha violencia repercute en todos los sectores de la sociedad, principalmente las mujeres y otros sectores históricamente discriminados (personas con discapacidad, personas +LGBTIQA, personas migrantes, entre otras).
Algunos ejemplos
Comportamientos de riesgo
-Accidentes viales: relacionados con la conducción temeraria y muchas veces bajo los efectos de algunas sustancias psicoactivas.
-Abuso de sustancias lo que se traduce en adicciones que generan diversas problemáticas sociales.
-Prácticas sexuales de alto riesgo producto de un aprendizaje de la sexualidad influenciado por el porno y los estereotipos relacionados al mandato de la hipersexualidad.
-Participación del crimen organizado como una vía para tener acceso a aquellos bienes y servicios que la sociedad capitalista impone y que atraviesan el aprendizaje de la masculinidad.
Implicaciones en salud
-Enfermedades cardiacas producidas por los escasos hábitos saludables a lo largo de su vida.
-Infecciones de transmisión sexual, relacionado con las prácticas sexuales de alto riesgo y prescindir del uso correcto del condón y otros métodos como la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP).
-Cáncer de colon, riñón, próstata y pulmón generados por el consumo de sustancias como el alcohol y el fumado.
-Depresión y suicidio ya que la salud mental se ve afectada al no poder cumplir con las expectativas sociales. Sumado a la incapacidad para pedir ayuda, es el caldo de cultivo perfecto para que la depresión y el suicidio sean una constante en los hombres que están más arraigados a los valores tradicionales de la masculinidad.
Manifestaciones de violencia
Se logra por medio de:
Micromachismos
Sexismo (evidenciado en la violencia intrafamiliar, acoso sexual callejero, hostigamiento sexual en el empleo y la docencia, violencia obstétrica, trata de personas, violencia política, abuso sexual, feminicidios y feminicidios, entre otras).
Racismo.
Diversodio.
Adultocentrismo.
Aporodio.
Los estereotipos masculinos tienen implicaciones económicas. Heilman, Guerrero-López, Ragonese y Kelberg (2019) estimaron que el impacto económico que tienen los estereotipos masculinos dañinos en México, ronda los 1400 millones de dólares al año; el equivalente al costo total de la educación universitaria de 900 000 estudiantes. No obstante, los costos económicos pasan a ser daños colaterales cuando se habla de los efectos de la masculinidad. Hay otros que son inconmensurables y no se les puede poner un valor económico, siendo la vida de las mujeres víctimas de femicidio, así como los crímenes de odio por orientación sexual y/o identidad de género, el mayor costo de esta masculinidad patriarcal ya que son la forma más extrema de violencia.